¿Uso comida ecológica?

Hace tiempo, sobre todo desde que vivo aquí en Londres, que siento curiosidad por conocer más de cerca los productos ecológicos y sus ventajas. ¿Son realmente tan importantes sus beneficios como la diferencia de precio que suponen? Esa es la gran duda. Últimamente la demanda es mayor y se pueden encontrar en más sitios y mejor de precio.

Sabemos que son los vegetales y frutas que no han sido tratados químicamente en su proceso de cultivo. Sin pesticidas ni aceleradores de crecimiento o maduración.

Lo que en principio supone un resultado más sano, de mejor sabor y aroma, y más caro. Por ahora, mucho más caro.

Lo mismo pasa con las carnes ecológicas, animalicos que han tenido una alimentación más natural, sin piensos o con muchos menos de lo habitual, espacio para su expansión y recreo, y sin uso de sustancias que cambien su metabolismo.

Según parece, alrededor de un 50% más de vitaminas y nutrientes viajen en estos productos ecológicos, respecto a los no ecológicos. Contienen menos % de agua (que tantas veces nos llama la atención en la cocina cuando nos inundan una sartén) y se conservan mejor y por más tiempo.

Luego nos ahorraríamos tener que hacer mermelada el día después de comprar una caja de fresas o cerezas con toda la ilusión del mundo.

Aquí en Londres la demanda es grande y va en aumento, en todos los supermercados se encuentran estas secciones de productos ecológicos y algunos de ellos, como Whole Foods o The Co-operative, son exclusivamente ecológicos. Yo no digo que haya que consumir solamente estos productos, como alguna gente que solo es capaz de comer esto y al final tienen verdaderos problemas para comprar o salir fuera a comer, pero es cierto que cuanto más consumamos y demandemos estas calidades, más generalizado se hará su consumo y su producción, más bajos serán los precios y quién sabe, tal vez un día consiga comerme un tomate que sepa a tomate o una naranja como las que me traía mi abuelo de su huerto.